viernes, 7 de agosto de 2015

Las 10 cadenas de fast food más grandes del mundo

1. McDonald´s
Es el restaurante de fast food que más factura a nivel mundial. Con ingresos anuales por 56.800 millones de dólares y más de 31.000 locales en los cinco continentes, McDonald´s es líder indiscutido y, por qué negarlo, nos sigue salvando la vida cuando estamos muertos de hambre y no hay nada abierto en el barrio para sentarse a comer. En ese desierto, ya entrada la madrugada, un Big Mac o un Cuarto de Libra valen más que un platillo de nouvelle cuisine francesa.

2. Burger King
Eterno perseguidor del payaso Ronald, Burger King es desde siempre el segundo fast food más grande del planeta. Fue creado en Miami, en 1954, por dos muchachitos inquietos llamados David Egerton y James McLamore. Hoy día, Burger cuenta con 12.000 locales franquiciados y una facturación que ronda los u$s 13.000 millones al año. La hamburguesa estrella de estos locales, el Whopper, tiene fama de ser más grande y carnosa que su competidora de doble piso, el Big Mac.

3. Subway
Pocos lo creerán, pero en los últimos años esta cadena desplazó a Wendy´s del podio de las tres compañías de comida rápida más importantes del mundo. Subway no vende hamburguesas sino sándwiches y ensaladas. Fue fundada en los ´60 por Fred de Luca y Peter Buck, y tiene cerca de 27.000 locales franquiciados, de los cuales 21.000 están ubicados en Estados Unidos. Sus largos sándwiches de baguette no tienen nada que envidiarle al Big Mac y al Whopper.

4. Wendy´s
El grupo Wendy´s International no sólo gerencia las franquicias de hamburguesas en todo el mundo sino también los restaurantes italianos Pasta Pomodoro y las cafeterías Café Express. Tiene una facturación de unos u$s 9.000 millones al año y 7.000 locales. Los expertos en fast food suelen defender a muerte la hamburguesa rectangular de Wendy´s y juran que el Big Mac no le llega a los talones.

5. Pizza Hut
La industrialización de la pizza tiene nombre y apellido. Es Pizza Hut, la cadena de pizzerías más importante del mundo, creada por dos hermanos nacidos en Wichita, Kansas, llamados Dan y Frank Carney. El grupo hoy cuenta con más de 12.000 restaurantes en todo el globo y suma ventas anuales por u$s 9.300 millones.

6. Taco Bell
Glenn Bell, creador de la mayor cadena de comida mexicana en Estados Unidos, falleció en enero pasado. Su legado fue una compañía llamada Taco Bell, que atiende a 37 millones de consumidores cada semana en sus 6.000 locales en ese y otros países. Taco Bell es responsable de haber divulgado la comida mexicana en formato fast food.

7. Dunkin Donuts
El negocio de las rosquillas más famosas está en manos de Dunkin Donuts. Esta empresa fue creada por William Rosenberg, en la ciudad de Quincy, Massachussets. Actualmente, posee 7.200 establecimientos en 30 países y sirve 2,7 millones de tazas de café al día, acompañadas por 50 sabores distintos de donuts.

8. Domino´s Pizza
Es la segunda cadena de pizzas más grande de Estados Unidos, después de Pizza Hut. Su régimen de franquicias le permite tener presencia en 60 países, a través de 9.000 locales. Fue fundada en 1960 en la ciudad de Ypsilanti, Michigan, por Tom Monaghan.

9. Kentucky Fried Chicken
Más conocida por sus siglas KFC, esta empresa de comida rápida es propiedad de Yum! Brands, que fue comprada en los ´70 por PepsiCo. Su creador fue el coronel Harland Sanders, quien ideó una misteriosa fórmula de pollo crujiente que se consume en 13.000 restaurantes de 80 países.

10. Hooters

Numerosos grupos que defienden los derechos de la mujer definieron a Hooters como el fast food más machista y sexista del mundo, por el hecho de que las mozas utilizan ajustados y curvilíneos uniformes. Aún así, Hooters es un éxito en Estados Unidos, tiene restaurantes en 30 países y dispone de una aerolínea propia y un casino en las Vegas. Además, hay que admitirlo, los exhuberantes escotes de las chicas que atienden sirven para olvidar la chatarra que uno está a punto de comer.
fast food

Top 10 de alimentos chatarra

1. Steak Down. Es un plato que contiene bistec de solomillo (24 onzas), acompañado de puré de papas y crema de espinacas. Su aporte es de 2570 calorías y 85 gramos de grasa saturada.

2. Cheesecake. Una rebanada de cheesecake tiene 1540 calorías y 59 gramos de grasa saturada.

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3. Batidos. Si una preparación de estas contiene helado, nueces, brownie, dulce de azúcar y caramelo, puede alcanzar hasta 1590 calorías por porción y 42 gramos de grasa saturada.

4. Getting Stuffe. Platillo hecho de queso provolone y albóndigas en salsa marinara. Además, tiene salsa con un toque de pimienta roja y fettuccine con crema de queso parmesano. Aporta 1520 calorías y gramos 43 de grasas saturadas.

5. Meltdown. Sándwich preparado con queso mozzarella que se sirve acompañado de papas fritas. Contiene 1260 calorías y 21 gramos de grasa saturada.

6. Hamburguesa con tocino ahumado. Una porción contiene 1250 calorías y 42 gramos de grasa saturada, sin mencionar que su porcentaje de sodio es altamente dañino, pues alcanza los 1590 miligramos.

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7. Pollo frito. Una porción de seis piezas de pollo frito, como se sirve en los restaurantes de comida rápida, aporta unas 1500 calorías, según sus condimentos.

8. Donas. Están prohibidas ya que engordan muchísimo y están llenas de grasas "trans", que son las más dañinas para el corazón. Pueden alcanzar hasta las 1200 calorías.

9. Hot dogs y banderillas. Por ser un alimento frito en sus varias versiones, así como por los aderezos, salsas y condimentos, pueden tener hasta 900 caloríasy poco más de 15 gramos de grasas cada porción.

10. Papas fritas. Una porción, como las de los restaurantes, puede contener hasta 800 calorías, sobre todo si se acompañan de salsas o quesos. Su nivel de sodio es muy elevado.

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Comida Chatarra

La comida basura o comida chatarra (esta última denominación, empleada en Chile, Colombia, México, Perú, Argentina, Venezuela y Uruguay, es traducción literal del término en inglés junk food) contiene, por lo general, altos niveles de grasas, sal, condimentos o azúcares (que estimulan el apetito y la sed, lo que tiene un gran interés comercial para los establecimientos que proporcionan ese tipo de comida) y numerosos aditivos alimentarios, como el glutamato monosódico (potenciador del sabor) o la tartracina (colorante alimentario).
Potencialmente, todos los alimentos son perjudiciales para la salud si se abusa de su consumo, pero los que se consideran comida basura lo hacen en mayor medida por necesitarse menores cantidades para producir efectos adversos, o por consumirse en mayores cantidades, dada su facilidad de consumo (comida rápida) o el uso social de su consumo (ligado a formas de ocio juvenil). También puede ocurrir que determinados grupos de población, o los que padecen determinadas enfermedades previas, sean más sensibles a sus efectos. Suele relacionarse el consumo de comida basura con la obesidad, las enfermedades del corazón, la diabetes del tipo II, las caries y la celulitis. La comida basura brinda al consumidor grasas, colesterol, azúcares y sal, mientras que una comida saludable debe proveer fibras, proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales necesarios para el rendimiento del cuerpo.
Los niños presentan con gran frecuencia problemas de nutrición. Esto contribuye a problemas sociales y psicológicos en el desarrollo del niño. El índice de obesidad, problemas cardíacos y hasta repercusiones psicológicas se ven reflejadas en los niños a causa de la malnutrición que impera en la sociedad moderna estadounidense. El mecanismo de propaganda de los restaurantes de comida rápida (en gran medida, clasificable como comida basura) hace que este índice tenga más revuelo, creando así graves problemas de salud en los niños. El gran poder de la influencia publicitaria crea un desplazamiento de valores nutricionales que cualquier niño necesita en su desarrollo, causando así los problemas antes mencionados. La comida basura en sí, es una mercancía, que a los ojos de las industrias debe venderse a gran escala para obtener lucro de ella; no importa el valor nutricional de la misma, sino la mayor cantidad de ventas posible. La comida basura es reflejo de una economía que se basa en una sociedad capitalista y consumista. Por eso, desde muchos puntos de vista, la comida basura es un daño y no un bien para la sociedad.
Un artículo del New York Times, titulado «Cooking with Dexter: Happy-meal me», publicado el 4 de octubre de 2009, presenta una situación en la cual un padre ve cómo la comida basura de un restaurante de comida rápida o fast food se cuela de manera inevitable en la vida de su hijo. El artículo presenta una descripción y una crítica a la comida basura de ese restaurante, y ofrece algunos valores nutricionales de los alimentos que vende.
Si una persona consumiese comida basura todos los días, tendría más probabilidades de padecer enfermedades sanguíneas, obesidad,diabetes y colesterol alto. No es lo mismo si esta comida se consume una vez a la semana que todos los días. Las consecuencias pueden ser irreversibles y hasta lamentables. Los hábitos alimenticios que hemos adquirido con el tiempo y la vida moderna, se han transformado en un hábito que atenta contra la salud. Algunos de los alimentos basura, comunes en muchos hogares son: hamburguesas, salchichas, papas fritas, frituras de maíz, algunos productos congelados para la preparación en microondas, bebidas gaseosas y dulces entre otros. El tomate o la lechuga frescos que acompañan a algunos de estos alimentos es lo único que no debe considerarse basura, por su contenido en vitaminas y fibra.
Los restaurantes de comida rápida brindan desde luego este tipo de comidas, pero además las cadenas de supermercados también ofrecen al mercado dicha comida basura. En este sentido, las investigaciones sobre procesos socioculturales y nutrición nos pueden ayudar a comprender este fenómeno, pues se enfocan en los procesos de cambio a gran escala, como la globalización, modernización, urbanización, los cambios en el rol de la mujer y los cambios tecnológicos, para entender cómo estos procesos afectan la comida y la nutrición. Las características económicas, culturales y políticas de un país tienen estrecha relación con su forma de alimentarse. Por eso es importante considerar la influencia de estos factores en la nutrición. ¿El índice de obesidad en los niños de dicho país y de otros influenciados por el mismo, disminuiría? Además, el predominio de la obesidad ha incrementado mucho, a pesar de un aparente disminución en las porciones de calorías consumidas, como la grasa, en la dieta de los niños de Estados Unidos.
Sin poder afirmarse que la obesidad y sus enfermedades consustanciales sean causadas únicamente por la ingesta de comida basura, sí cabe afirmar que es un factor principal del actual problema de obesidad infantil o del agravamiento de otros problemas de salud al que se suma esta mala práctica nutricional. Una ingesta considerable de comida basura (por ejemplo, hamburguesa con queso, papas fritas o frituras de maíz, bebida azucarada y postre edulcorado) puede contener 9200 kJ (2200 kcal), las cuales, a una tasa de 350 kJ (85 kcal) por milla, requerirían una maratón para ser quemadas. La sedentarización de los hábitos de vida en combinación con este tipo de mala alimentación incrementa notablemente sus efectos perniciosos.